Este SM9800 de LG rinde bien en este ámbito, pero no compite a un nivel tan alto como en materia de colorimetría y ángulo de visión. Cuando mandamos a este televisor una señal 1080p de alta calidad, como la procedente, por servirnos de un ejemplo, de una película en Blu-ray Disc, su algoritmo de escalado cumple a las mil maravillas. El nivel de aspecto se resiente un poco si equiparamos ese contenido con la reproducción de la versión 4K UHD nativa, pero la tridimensionalidad de las imágenes y el nivel de aspecto tanto en zonas oscuras como en las mucho más alumbradas son altos. En este escenario de prueba particularmente este TV compite de tú a tú con el escalado que realizan los modelos de gama alta de fabricantes como Panasonic, Sony o Samsung. Otra de las virtudes esenciales que tienen los cuadros IPS en frente de los VA es su mayor ángulo de visualización, una característica que puede diferenciarse en los televisores de enormes pulgadas. La humillación que sufre el color cuando observamos el televisor desde una situación muy escorada es mínima, por lo que su calidad de imagen apenas se resiente si no nos encontramos sentados justo enfrente del panel.
Es capaz de ofrecernos un nivel de presión sonora muy decente y el procesado Dolby Atmos recrea un espacio sonoro extenso, si bien yo no afirmaría que es con la capacidad de envolvernos. Pero si deseamos que nuestra experiencia sonora esté a la altura de las imágenes de este TV lo ideal es que apostemos por una barra de sonido, o, mejor aún, por un equipo multicanal 5.1 o con una topología aún más ambiciosa. En la actualidad LG es el desarrollador de televisores que nos ofrece la implementación mucho más ambiciosa del estándar HDMI 2.1. Sony, Samsung y Panasonic han establecido ciertas prestaciones de esta regla en sus modelos de gama mucho más alta, pero LG afirma que sus televisores OLED y LCD LED Full Array de 2019 tiene HDMI 2.1.
LG, además de esto, te da un ángulo de visión considerablemente más extenso, incrementándose hasta 179 grados merced a la cubierta absorbente que fué proporcionada. Esto resulto ser benéfico para la tecnología IPS, ya que la imagen se puede disfrutar desde todos y cada uno de los ángulos posibles. Este TV de LG tiene múltiples bazas contundentes que le permiten desmarcarse con claridad de parte importante de sus competidores.
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Y, efectivamente, esta norma debería dejarle hacerlo, pero tendremos que esperar hasta el momento en que haya una fuente externa con HDMI 2.1 que nos permita revisarlo. Esto enseña por qué razón en la actualidad el porfolio de LG Electronics, la filial de LG volcada en el mercado de la electrónica de consumo, exhibe un abanico extenso tanto de televisores OLED como LCD. Durante los últimos años sus modelos OLED están acaparando los titulares y la atención, pero LG asimismo tiene televisores LCD LED atractivos. El modelo al que dedicamos este análisis, que es su actual encuentre de gama con esta tecnología, lo demuestra. Tiene conectividad HDMI 2.1, un panel de 120 Hz y retroiluminación de LED Directo. Pero los adelantos de la tecnología Nanocell no va solo en ofrece un color considerablemente más vivo.
No obstante, asimismo adolece de ciertas áreas en las que tiene margen de optimización, y que lo alejan de esa «redondez» que nos habría animado a darle una nota un poco más alta. Uno de estos apartados es su capacidad de reproducción de los negros y de restauración de detalle en zonas oscuras. Rinde bien, pero no está a la altura de los modelos con panel LCD VA de gama alta de marcas como Sony o Samsung. Además de esto, aunque no es nada grave, tampoco me convenció su peana porque no le da la seguridad que debemos exigir a un televisor de 2.000 euros. En verdad, me semeja uno de los televisores con panel LCD mucho más atractivos para videojuegos que tenemos la posibilidad de comprar actualmente. IPS nos da un mayor ángulo de visión y un tiempo de contestación inferior, pero VA se desmarca por su mayor contraste originario y también inferior presencia de fugas de luz.
La más atractiva es, sin duda, su compatibilidad con la norma HDMI 2.1. En verdad, aunque otros fabricantes agregaron en sus televisores de alto rango algunas de las posibilidades socias a esta conexión en la actualidad es LG la marca que nos da la implementación de HDMI 2.1 mucho más ambiciosa. El diseño de este televisor es equiparable al que nos propone LG en sus modelos OLED de alta gama. Y asimismo al de las propuestas tope de gama de contendientes como Samsung, Sony o Panasonic. Sus marcos son finos y poco intrusivos y su peana es estilizada, con lo que encaja bien en un abanico de entornos muy amplio. Además de esto, LG ha implementado en este televisor un método específico llamado ‘Galería’ que lo transforma en un cuadro y que toma fotografías de TripAdvisor para enseñarnos panoramas idílicos que tienen un efecto relajante.
Todas las posibilidades anteriores no incrementan el tamaño del panel. Hay que recordar que OLED TV es una gama de televisores sin marcos y con peso reducido. Además de esto, Nanocell puede llevar a cabo HDR y Dolby Visión sin ningún problema. LG Display, la filial de la compañía surcoreana experta en la fabricación de cuadros, nació a finales del pasado siglo con la meta de competir en el mercado de las matrices TFT-LCD. Durante esta década esta compañía se ha consolidado como entre los mayores desarrolladores de cuadros OLED del mundo, pero su deber con la tecnología LCD todavía es tan firme como en el momento en que nació hace ahora 2 décadas.
Hdmi 2 1 Despunta Con Juegos Para Videoconsolas
En cualquier caso, no nos interesa perder de vista que los cuadros IPS y VA están arropados por otros elementos que también tienen un impacto muy profundo en la calidad de imagen, como el procesador de vídeo o la retroiluminación LED. La cooperación de estos elementos logra impulsar las fortalezas del panel y minimizar sus faltas, con lo que en la práctica las virtudes de una tecnología sobre la otra quedan en determinada medida difuminadas. La segunda «pega» que coloco a este televisor si me ciño a su acabado tiene que ver con el panel trasero.
El tercer ingrediente responsable en gran medida de la calidad de imagen que nos distribución este televisor al lado del panel y la retroiluminación es el procesador de vídeo. Este procesador también se encarga de remover el ruido de alta continuidad, suavizar las transiciones entre colores, ajustar la colorimetría e detectar los objetos en movimiento para aplicarles un tratamiento diferente al del fondo que continúa estático. También tiene a favor suyo un ángulo de visión mucho más extenso que el que nos presentan los televisores LCD con panel VA, una característica que sobre las 55 pulgadas adquiere mucha importancia. Y, además, su calidad de imagen global es equiparable a la que nos proponen otros televisores con panel LCD de precio similar. Si a todo esto sumamos que su rendimiento con juegos para videoconsolas es estupendo merced a la presencia de HDMI 2.1 y a sus reducidos tiempo de respuesta y latencia de entrada es razonable finalizar que vale la pena poseerlo presente.
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Además, evita la desaturación, o sea, que un color se coma a otro por carecer de intensidad. Asimismo, esta nueva capa absorbente actúa en la luz trasera, evitando que las impurezas lleguen hasta la imagen final. He tenido la posibilidad de oír esta última barra de sonido, aunque no con la calma que se requiere para emitir un veredicto definitivo. El sistema operativo con el que cuenta este TV, exactamente la misma cualquier otro modelo de LG actual, es webOS 4.5. Además, desde un punto de vista estético webOS me semeja mucho más atrayente que Android televisión y tanto como Tizen, el S.O. que emplea Samsung en sus televisores. En verdad, si tuviera que decantarme por Tizen o webOS ciñéndome a su velocidad y estética no sabría con como quedarme.
En este escenario de empleo la latencia que arroja tanto con señales 1080p a 60 Hz como 4K a 60 Hz queda por debajo de los 14 ms, que es un resultado excelente. Las medidas que obtuvieron en Rtings al mandar al televisor señales de vídeo 1080p y 1440p a 120 Hz son aún mucho más increíbles por el hecho de que se mueven en la órbita de los 7 ms, que es un resultado espectacular. Sí, definitivamente este es un TV muy atrayente para videojuegos. Haría falta pegarle un golpe o un empujón fuerte para provocar un accidente del que en estas situaciones no se libraría ningún otro televisor. En todo caso, en los modelos que tienen un tamaño respetable los pies dobles me gustan más por el hecho de que dan mucho más seguridad al panel.
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Como les he adelantado unos párrafos más arriba, entre las bazas mucho más claras de este televisor es la forma en que soluciona el color. La implementación de los nanocristales mucho más avanzada que tiene actualmente LG en combinación con un panel IPS le permite reproducir una gama cromática muy amplia y extensa. Probablemente no llegará a cubrir el cien% del espacio de color DCI-P3, en parte debido al limitado contraste nativo de los paneles IPS, pero estoy convencido de que arroja una aceptable cifra en este contexto.
Al igual que otros televisores de gama alta recientes, el panel LCD IPS de este modelo de LG trabaja a una continuidad de refresco nativa de 120 Hz, y esta característica es muy, muy interesante si queremos usarlo con videojuegos. Simplemente porque tenemos la posibilidad de enviarle señales 1080p@120 FPS y 1440p@120 FPS, que están soportadas por el TV de forma nativa. LG asimismo asegura que su plataforma de trabajo HDMI 2.1 le permite lidiar con señales 4K@120 FPS desde fuentes externas.